martes, 28 de agosto de 2012

MANDAMIENTOS DEL ARTISTA BUSCANDO



Si brotan los colores de sus poros
para enfrentar al gris que tapa el cielo
si pone trazos hasta en la tormenta
si su pincel resiste nuestros días
Usted es un artista, así se ha escrito
que viajará en el circo de la vida.

El canto es el oficio del ensueño
con él besa la luna y otros astros
se asume por la anónima memoria
naciente de las tantas melodías.
Pero si el canto no habla de su pueblo
de Usted cualquier cantor se olvidaría.

La fiesta de los barrios es la murga
ladrona aventurera de las músicas.
Si toma el rumbo bravo de los parches
que llaman al que sufre calle abajo
no quiera hacerse el hippie nostalgioso
la parca marihuana va a atontarlo.

País bajo las luces amarillas
con el telón vejado y harapiento.
País del escenario más jodido
requiere del actor libreto en alto
porque la libertad no sea un doble
y nuestros gobernantes un teatro.

Revuelta de malambo y de polleras
el remolino de los bailarines.
Si abraza las caderas de su tierra
al viento no lo deje desviarse
de andar al salto por entre las piedras
la flor danzante puede lastimarse.

Si sale con la furia a las veredas
y lleva un testamento atragantado
si viene a recitar ese poema
que dice no a la sarna de los vándalos
exija el compromiso del que escucha
y no duerma en la gloria del aplauso.

Si en el camino lo señalan rojo
y para sus parientes es un vago
siempre superará los malos tragos
pues su arte no repite la mentira.
Usted es un artista, así se ha escrito
que viajará en el circo de la vida.

IRA


Si quieres descender satisfecho al infierno
al motín de los diablos que mastican la pólvora
o a cualquier otra forma parecida al suicidio
del barrial desamparo de las calles oscuras
continúa sirviendo a su banquete de puercos
y a su flota de barcos de papel color dólar
que aquí me quedo rojo aunque el horror me asfixie
pero ya no permito que condenen mis pájaros.

El malón de los yanquis a quien nadie desarma
haciendo honor y gloria al parkinson atómico
viene de torbellino con su brutal costumbre
de enturbiar el espacio entre pluma y gramilla.
Con las babas a chorros sus leyes mercaderes
promocionan en créditos su hiel antiamazónica
cual secta del oprobio en estado de trance
finaciero, golpista, petrolero y satánico
envueltos en la máscara de un dios polietileno
mientras queman de a una las hojas de la biblia.

Ya no sé a quien pretenden vender las estrellitas
sus espejos colonos, su discurso de huesos
porque se tambalean los puestos del sarcasmo
y el tablón que sostiene su feria de la muerte.

Ya se funden los hielos de la opresión mestiza
y avalanzan torrentes a arrasar con la injuria
no hay presas ni picanas que detengan al sueño
tan puro como el agua milenaria en la altura.

Me sumo visceral a este pleito del mundo
desgarganto la bronca para frenar las balas
no me guardo por caspa los pelos en la lengua
y salgo a repudiar su imperial vedettismo.
No caben en mis uñas las ganas del desquite
no me sientan las garras ni los asesinatos
mucho menos su gula hablando de justicia
con aires de global silicona mediática.

Porque aún creo en la luz apuesto a la consigna
de aferrarse a las alas quebradizas del ángel
ungido con el verde sentencia de los árboles
que por tramar la vida fue carbón y destierro
y hoy vuelve con la flecha musical y certera
bajo el sonido bárbaro del tambor de los pueblos
con la torcaz plegaria para que cese el fuego
cuando un niño sonría y nos diga
                                                      esperanza.

LA VIDA COLIBRÍ



La vida colibrí esquiva las espinas.
Donde  ayer fue peligro   
la memoria se vuelve guarida
y el recuerdo es el néctar preciso
que la flor ilumina.

La vida colibrí escapa al desatento.
Flechazo de arco iris
cual ofrenda a los ojos despiertos
invisible al mirar del olvido
con sus párpados lentos.

La vida colibrí no se vive sin magia.
Destella lo sagrado  
dibujando en el aire con gracia
su bastión de color fulminante
alquimista con alas.

La vida colibrí se marchita y no muere.
Un corazón de polen
su ritual de semillas enciende
presagiando hacia el sol flores nuevas
que el colibrí ennoblece.

Es como el colibrí,
así es la vida…
Tan bella y colorida
tan fugaz y sencilla.